Por: Natalia Cardona Rivillas
Integrante del Equipo de comunicación rural de OPDS- CDS
Las disputas por el agua en los Montes de María se han profundizado con un modelo económico que privilegia las relaciones desiguales de tenencia de la tierra en la región. Esta ha sido una realidad que las comunidades campesinas y las organizaciones del territorio han evidenciado y ha motivado a buscar soluciones y formas de aportar en el objetivo de la garantía de derechos para la permanencia digna de las comunidades campesinas.
El derecho a la alimentación, al acceso a la tierra, a las semillas criollas, a un ambiente sano, entre otros, son derechos que se conectan con el derecho fundamental al agua en Colombia. Pese a que desde el año 2006 se propuso un referendo por el agua para lograr que lo fuera, hoy a 2020 no se ha logrado. Lo que ha hecho necesaria la incidencia local en la planeación y en las formas de gestión social y ambiental del territorio para exigir y proponer acciones que garanticen el acceso al agua no solo para las comunidades étnicas y campesinas, sino también para todos los seres vivos, lo que incluye los ecosistemas de ciénaga y de bosque seco tropical que son parte de la naturaleza y la identidad montemariana.